Proyecto Liberación Solidaria
(Primera parte)
Preocupante y cuestionante el informe dado, en estos días, por La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL); en donde hizo un análisis de la riqueza extrema de los hombres milmillonarios ( personas con un patrimonio mayor a los mil millones de dólares) en siete países en la región, dos años después de la pandemia del Covid-19. El documento “Panorama Social de la América Latina 2021” revela que en la región, entre el 2020 y 2021, las personas en pobreza extrema aumentaron en cinco millones, llegando a 86 millones de habitantes. Paradójicamente los 104 milmillonarios aumentaron su riqueza en el 2021, en 446.600 millones de dólares, una cifra que equivale al 11% del producto interno bruto(PIB) proyectado por la CEPAL para los siete países en que viven estos megaloricos.
¿Cómo entender y asimilar esta desproporción monstruosa, acrecentada por el devastador efecto de la pandemia, en los dos extremos del poder adquisitivo y riqueza de los habitantes en nuestra América Latina?. Ante la balanza de la justicia social y humana, la convivencia de estos dos extremos de vida humana, sobre el mismo suelo y bajo el mismo firmamento, se torna absurda, incoherente y hasta demencial. Pertenecemos a un mismo género humano en donde todas las constituciones y cartas de navegación de los pueblos rezan similares derechos y deberes, para poder lograr una convivencia armónica, justa y realizante para todos. Esto nos hace corresponsables naturales unos de otros, sin distinción alguna, del éxito o fracaso del desarrollo integral y calidad de vida digna de todos los humanos, para que solo así, podamos sortear y superar todos los limitantes existentes que se antepongan a la convivencia equitativa y sostenible. Debemos y podemos transitar dejando escrito en positivo, este fragmento ínfimo de la historia humana, designado a estas generaciones en tiempos vulnerables, críticos y cambiantes.
Estudiosos de la riqueza humana coinciden que en un pequeño porcentaje de la riqueza económica de los adinerados del mundo, está la solución definitiva a la miseria y pobreza multidimensional de los más vulnerables. Thomas Piketty, economista francés, ha planteado algunas posibles soluciones para países como Colombia (uno de los países más desiguales del mundo) como la implementación de tasas e impuestos progresivos para renta, herencias y emisiones de carbono. Su principal propuesta es la “redistribución”, es decir que todo mayor de 25 años debe recibir un nivel mínimo de herencia que corresponda al 60% de la riqueza promedio. En Francia serían 120.000 euros, cantidad que todo el mundo debería recibir cuando tenga los 25 años, pagaderos por impuestos progresivos sobre herencia y riqueza. Propuestas como la de Piketty en donde esté involucrado el manejo de la economía y presupuesto nacional o las políticas socioeconómicas de los países pobres, necesariamente se verán afectadas y cuestionadas en su implementación y desarrollo, terminando en la inercia y el agotamiento.
Liberación Solidaria (LS) proyecto del grupo empresarial Amen, liderado por la Corporación Minuto de Dios y la Universidad Uniminuto, desarrolla un programa de lucha contra la pobreza multidimensional, en el barrio Oasis, comunidad vulnerable y paupérrima en los límites entre Ciudad Bolívar y Soacha. Estamos convencidos que el único camino eficaz en la erradicalización y superación viable y sostenible del azote de la pobreza multifuncional en nuestro país, está en la “opción de dar el paso hacia el otro”, al más necesitado; decisión engendrada de la misma sociedad civil y los conciudadanos consientes de su deber moral y altruista de ser los artífices del inicio de la mancomunada superación de la pobreza creciente, y hoy en más de diez años de retroceso a causa de la pandemia del Covid 19 y sus efectos de inestabilidad y cuestionamiento de la estructura y funcionamiento, de la sociedad humana en general.
La base filosófica de LS está cimentada en la corresponsabilidad y solidaridad de los ciudadanos, empresas, instituciones solventes y sostenibles de Bogotá y del país; quienes uniéndose al programa LS en forma de apoyo mancomunado ( “no paternalista”), en los ámbitos de la educación, capacitación laboral, mejoramiento habitacional, nutrición, calidad de vida digna, etc. (del barrio Oasis, comunidad en donde inicia el programa de Liberación Solidaria) puedan lograr la ruptura de las cadenas del marginamiento social.
LS cree y trabaja por aportar un programa solidario como aporte a la solución de la pobreza y marginalidad creciente de los más vulnerables de los colombianos. Sin esperar más en promesas politiqueras, ni gobiernos de turno; el camino debe iniciarse uniendo esfuerzos en pro de una convivencia social más justa y equitativa.
Armando José Del Valle Rodríguez.
Programa Liberación Solidaria.
Grupo Amen.
armandojosedelvalle@gmail.com
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